La aparición de Dios se refiere a Su llegada a la tierra para hacer Su obra. Con Su propio carácter e identidad, y con Su propio método, desciende entre los hombres para iniciar una época y terminar otra. Esta aparición no es una señal o un cuadro, ni una especie de ceremonia. No es un milagro o una gran visión, y mucho menos una clase de proceso religioso.
Un día sentirás que el Creador no es un misterio, y que nunca se ha escondido. No ha ocultado Su rostro de ti y nunca está lejos de ti. Ya no es Aquel a quien anhelas durante noche y día, y no logras alcanzar con tus pensamientos. Él es realmente una guardia a tu lado, alimenta tu vida y controla tu destino.