Los desastres como el terremoto, la hambruna y la pandemia, etc., ocurren uno tras otro en todo el mundo. Esto cumple precisamente las profecías dichas por el Señor Jesús: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores” (Mateo 24:7-8).