Él vive y se mueve entre todas las cosas;
puede ascender al lugar más elevado, sobre todas ellas;
puede humillarse haciéndose hombre,
siendo uno entre los que son carne y sangre,
enfrentarse cara a cara con las personas
y compartir penas y alegrías con ellas;
y porque Satanás usa la carne del hombre para turbar la obra de Dios. La batalla contra Satanás es en realidad la obra de conquistar al hombre, y al mismo tiempo, el hombre también es el objeto de la salvación de Dios.
Dios creó este mundo, creó a esta humanidad,
y además fue el arquitecto de la antigua cultura griega y la civilización humana.
Sólo Dios consuela a esta humanidad,
y sólo Él cuida de ella noche y día.
El desarrollo y el progreso humanos son inseparables de la soberanía de Dios,
y la historia y el futuro de la humanidad son inextricables de los designios de Dios.
Dios creó este mundo, creó a esta humanidad,
y además fue el arquitecto de la antigua cultura griega y la civilización humana.
El pueblo aclama a Dios, el pueblo alaba a Dios;
todas las bocas nombran al único Dios verdadero,
toda la gente alza sus ojos para observar las obras de Dios.
El reino desciende entre los hombres.
La persona de Dios es rica y abundante (rica y abundante).
¿Quién no celebraría por esto?