Se enfrentó al tormento implacable de la policía del Partido Comunista Chino.En ese peligroso entorno le oraba una y otra vez a Dios y le pedía que la protegiera para que pudiera mantenerse firme y dar testimonio. Bajo la guía y el liderazgo de la palabra de Dios Todopoderoso, desentrañó los astutos planes de la policía y resistió sus repetidas torturas. Al final, bajo la protección de Dios Todopoderoso, pudo escapar milagrosamente de la guarida del diablo.