Querido Dios que tanto me amas,
que haces lo posible por salvarme.
¡Lo que has hecho por mí lo recordaré!
Nunca jamás lo olvidaré.
Cuidaré el corazón de Dios. Perseguiré por siempre la verdad.
Me esforzaré, lo daré todo por Dios,
me sacrificaré y le devolveré Su amor.
Me sacrificaré y le devolveré Su amor.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”
Si Dios no me hubiera salvado,
aún iría a la deriva por el mundo,
caminando con dolor en el pecado,
sin esperanza cada día y desolado.
Si Dios no me hubiera salvado,
aún seguiría bajo los pies del diablo,
atrapado en el pecado y sus placeres,
ignorando cómo sería mi vida.
Dios Todopoderoso es quien me salva...
Hoy sufrimos privaciones en el nombre de Dios;
mañana heredaremos las bendiciones de Dios.
Con el fin de ver el día cuando Dios gane la gloria,
daría mi vida y mi juventud.
Oh, amor de Dios, encanta mi corazón.
Me cuesta abandonarlo. Me cuesta alejarme de Él.
Beberé de la copa amarga. Antes que vivir en amargura.
Humillado y agraviado, devolveré el amor de Dios toda mi vida.
Dar a Dios lo más dulce, quedarme con lo más amargo.
Decidí dar testimonio de Dios. Nada puede cambiar mi corazón...