En medio del dolor y la confusión, se encuentra con una compañera de secundaria, Lin Zhixin.En sus conversaciones, Ding Ruilin comprueba que Lin Zhixin ha llegado a entender muchas cosas a raíz de su fe en Dios. En presencia de Dios siente paz de espíritu y alegría, y vive de forma relajada y fácil, por lo que también Ding Ruilin quiere creer en Dios.