Mi corazón, entregado a Él, me siento feliz.
Todo mi ser vive por Él, esta es mi vida.
Amarle a Él, servirle, es un honor
Nada más desea mi corazón, estoy satisfecha.
Atender Su voluntad, Sus juicios y temores
Mi deseo es alabarlo y complacerlo.
Sirvo en la casa de Dios, cumplo mi deber.
Hace mucho que Dios vino al mundo humano
para compartir los sufrimientos de este con el hombre.
En todos los años que ha vivido con el hombre,
nadie ha descubierto Su existencia.
Si limitas tu entendimiento de Dios a meras palabras,
si lo limitas a tus propias y pequeñas experiencias,
a la gracia de Dios con la que cuentas
o a tus pequeños testimonios de Él,
entonces el Dios en el que tú crees no es,
de ninguna manera, el Dios verdadero mismo,
y también puede decirse que el Dios en el que crees es un Dios imaginario,
no el Dios verdadero.
...Decidí dar testimonio de Dios. Nada puede cambiar mi corazón.
Cuando Dios gane la gloria, bailaremos ante Su trono.
Y descansaremos por siempre, en un nuevo cielo y tierra.
Dar a Dios lo más dulce, quedarme con lo más amargo.
Decidí dar testimonio de Dios. Nada puede cambiar mi corazón.
Cuando Dios gane la gloria, bailaremos ante Su trono.
Y descansaremos por siempre, en un nuevo cielo y tierra.
Cuando Dios gane la gloria.
I
Que Dios se haya hecho carne agita al mundo religioso,
molesta al orden religioso,
y despierta las almas de aquellos
que ansían la aparición de Dios.
¿Quién no sueña con ver a Dios?
La obra de Dios al juzgar no es en pocas palabras, sólo para aclarar la naturaleza del hombre, sino para relevarlo, tratarlo y podarlo con el tiempo. Tales formas de tratar no pueden cambiarse por simples palabras, sólo por la verdad que el hombre no posee. Sólo tal obra se considera juicio, que puede hacer que el hombre obedezca a Dios de boca y corazón, dentro y fuera, y que en verdad lo conozca.
En esta encarnación de Dios en la tierra, Él hace Su obra entre los hombres. Toda esta obra tiene un propósito: derrotar al diablo Satanás. Lo derrotará conquistando al hombre, y haciéndoos completos. Cuando deis resonante testimonio, también será señal de la derrota de Satanás. Dios se encarna para derrotar a Satanás y salvar a la humanidad. Para que Satanás sea derrotado, primero el hombre ser conquistado, luego completado.
La imagen describe a Dios a solas con el hombre, la relación entre ambos es tan íntima que empezamos a sentir asombro y admiración. El amor de Dios es desbordante, sin reservas y envuelve al hombre. El hombre, inocente y puro, sin preocuparse por atarlo, vive en la dicha a los ojos de Dios.
Dios nos ha traído ante Él, comemos y bebemos Sus palabras. El Espíritu Santo ilumina, entendemos la verdad que Dios explica. Los rituales religiosos, hemos descartado todas esas ataduras. Libres al fin de reglas, con corazones liberados. Somos más felices que nunca, viviendo en la luz de Dios. Más felices que nunca, viviendo en la luz de Dios.
Toma la oportunidad de sentarte en silencio frente a Dios.
Lee Su palabra, conoce Su verdad,
enmienda las transgresiones en ti.
Pruebas vienen, acéptalas; saber Su voluntad te fortalecerá.
Cuéntale tus carencias, comparte siempre Su verdad.
Eufórica está tu alma cuando le adoras.
Preséntate ante Dios, no te resistas más.
Cuidar tu carne lo lastima.
Entiende Su palabra, entiende Su verdad.