Por tanto, vemos que aquellos que no se hayan liberado de su malvado pecado y no hayan sido purificados no podrán entrar en el reino celestial. Si lo que dices es verdad y los que obtienen la absolución por medio de la fe pueden entrar en el reino celestial, por qué dijo el Señor Jesús: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.