Muchos creyentes piensan que, el Señor ha perdonado todos nuestros pecados y no nos considera como pecadores, y hemos sido justificados por la fe, mientras insistamos en participar en reuniones, orar y hacer buenas obras, podremos ser llevados directamente al reino de los cielos cuando regrese el Señor. ¿Se base este punto de vista en las palabras de Dios?
Mientras espera impacientemente la venida del Señor, un pastor surcoreano se entera de la existencia del Relámpago Oriental, que ha aparecido en China y da testimonio de que el Señor ya ha regresado...
Novo creía en el Señor Jesús desde pequeño, como su madre. Aunque leía la Biblia, oraba y acudía a los sermones con frecuencia, a menudo no podía evitar seguir las malvadas tendencias del mundo, anhelar los disfrutes de la carne, mentir y engañar… Tomó muchas veces la determinación de renunciar a esa vida, al ciclo de pecado y confesión.
partir de estos versículos, llegué a comprender que todo lo que pertenece al hombre, incluidos el nacimiento y la muerte del hombre, llora y ríe, el éxito y el fracaso, el decir y el hacer están en las manos de Dios. Es decir, Dios ha gobernado y predestinado toda nuestra vida. En qué familias nacemos, qué trabajos tenemos, qué talentos poseemos y qué nos sucederá, a quién conoceremos y qué palabras diremos en nuestra vida diaria
En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe. Sin embargo, seguía habiendo en quienes creían algo rebelde y opuesto a Dios, y que había que seguir quitando lentamente.
Un entorno confortable no siempre es bueno para nosotros, en cambio, tendemos a no intentar progresar en él. Como todos sabemos, tenemos que pasar por altibajos a medida que crecemos. O bien no podemos resistir un solo golpe como las flores en un invernadero, y mucho menos podemos adaptarnos a las duras condiciones. Si deseamos alcanzar la madurez en la vida, primero tenemos que experimentar algunos reveses y dificultades.
Dios Todopoderoso dice: “Todas las cosas bajo las disposiciones y la soberanía de Dios obedecen leyes naturales y, si te decides a dejar que Dios organice y dicte todo para ti, debes aprender a esperar, a buscar y a someterte. Esta es la actitud que toda persona que quiere someterse a la autoridad de Dios debe adoptar, la cualidad básica que debe poseer toda persona que quiere aceptar la soberanía y las disposiciones de Dios.