Tras aceptar la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días, Li Jie tiene sed de la palabra de Dios y lo abandona todo para dedicarse a Él. Dos años más tarde la eligen líder de la iglesia. En el cumplimiento de su deber, una y otra vez quedan en evidencia la arrogancia, el engreimiento y el deseo de fama y ganancia de su naturaleza satánica: cuando ve que asciende la hermana que colabora con ella, Li Jie siente envidia y vive en un estado de negatividad
Li Xinguang es alumno del último curso de secundaria. Desde pequeño había sido un chico sensato y formal. Sus padres y profesores lo querían mucho. En los primeros años de secundaria se encaprichó de los juegos por Internet en la computadora. Solía saltarse clases para ir al cibercafé. Sus padres hacían todo lo posible por ayudarle a dejar su adicción a los videojuegos.