Unos años más tarde, aunque ganan algo de dinero, muchas veces no tienen la conciencia tranquila y sienten un vacío en el corazón. Entonces aceptan el evangelio de Dios Todopoderoso de los últimos días, leen las palabras de Dios, con las que descubren que a Dios le gustan las personas honestas y aborrece a las mentirosas, y aprenden que los honestos reciben Sus bendiciones.