Aquí, Jesucristo nos enseñó a orar por el advenimiento de Su reino y por la voluntad de Dios en la tierra. Solo la oración como esta va en pos del corazón de Dios. Y es deber de nuestros cristianos orar así. Al igual que los registros en la Biblia: el Rey David estaba dedicando su corazón a la construcción de un templo para que todas las personas adorasen a Jehová Dios, por lo tanto se convirtió en alguien que agradó a Dios
Recordando la Era de la Gracia, Jesucristo vino a la tierra para expresar muchas verdades, expresar una disposición que es principalmente misericordia y amor. Él nos dijo los requisitos para entrar en el reino de los cielos, y qué tipo de personas Él ama. Fue crucificado para completar la obra de Dios de redimir a toda la humanidad.
Muchas personas gastan su tiempo y energía en buscar dinero y reputación. Aunque ocasionalmente vienen ante el Señor pero no pueden calmar sus corazones. Una vez que el corazón de uno se ocupa de la reputación, ¿cómo puede tener la idea de presentarse ante el Señor? Jesucristo nos enseña: «y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza» (Marcos 12:30).
Jesús dijo: “No solo de pan vivira el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios“ (Mateo 4: 4). “Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed“ (Juan 6:35). Estos dos versículos nos muestran que la vida se refiere a la palabra de Dios. La palabra de Dios es la verdad. La verdad misma puede ser la vida del hombre y la vida eterna del hombre. Este es el camino de la vida eterna que Dios nos concede.
Reflexion del evangelio de hoy
De la palabra del Señor Jesús, llegamos a saber que la obra de Dios registrada en la Biblia es limitada y que no puede darle a la gente la vida eterna. Solo Cristo puede darnos vida. Como es sabido por todos, en el tiempo del Señor Jesús, dado que los fariseos se aferraron a las palabras del Antiguo Testamento, resistieron y condenaron al Señor Jesús.