Cualquiera que no entienda el propósito de la obra de Dios es alguien que está contra Él, y alguien que ha llegado a entender el propósito de la misma pero que todavía no busca satisfacer a Dios se considera aún más un oponente de Dios. Hay algunos que leen la Biblia en grandes iglesias y la recitan todo el día, pero ninguno de ellos entiende el propósito de la obra de Dios.
Actualmente, Dios quiere ganar a un grupo determinado de personas, un grupo compuesto por aquellos que se esfuerzan por cooperar con Él, que pueden obedecer Su obra, que creen que las palabras que Dios habla son verdaderas y que pueden poner en práctica Sus exigencias; son las que tienen un verdadero entendimiento en su corazón, las que pueden ser perfeccionadas, y ellas, inevitablemente, podrán recorrer la senda de la perfección.
Ahora bien, vosotros debéis buscar convertiros en el pueblo de Dios y así comenzaréis toda la entrada en el camino correcto. Ser el pueblo de Dios quiere decir entrar en la Era del Reino. En la actualidad comenzaréis a entrar de manera oficial en el entrenamiento del reino y vuestras vidas futuras dejarán de ser tan descuidadas y holgazanas como lo eran antes; viviendo de esta manera es imposible alcanzar los estándares que Dios exige.
Retener las palabras de Dios y poder explicarlas sin temor no significa que poseas la realidad; las cosas no son tan simples como te las imaginas. Tener la realidad no se basa en lo que dices, sino en lo que vives. Solo cuando las palabras de Dios se convierten en tu vida y en tu expresión natural, se puede decir que tienes la realidad, y solo entonces puede contarse como haber recibido el verdadero conocimiento y la estatura real.
En el libro del Apocalipsis se ha profetizado siete veces: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). El Espíritu Santo se refiere a Dios. Si encontramos lo que dice el Espíritu Santo a la iglesias, vemos la aparición de Dios.
En la mañana del segundo día se pusieron a interrogarme de nuevo, pero seguí negándome a contarles nada. Me quitaron por un lado las esposas (encadenadas) y luego el jefe me golpeó violentamente detrás de las rodillas con un palo de madera de 10 cm de grosor y 70 cm de largo para que me arrodillara. Entonces me metió el palo a la fuerza en la parte posterior de las rodillas, me estiró los brazos por debajo del palo y me obligó a volver a ponerme las esposas.
Recientemente, muchos hermanos y hermanas nos han enviado mensajes por Messenger, y algunos de ellos dicen que siempre repiten mismas palabras cuando oran a Dios, no sienten la conmoción en el espíritu, y se dan cuenta de que tales oraciones no pueden ser escuchadas por Dios. Por lo que quieren saber cómo orar para que su oración pueda satisfacer la voluntad de Dios.
Esta vez, Dios viene a hacer la obra, no en un cuerpo espiritual, sino en uno muy corriente. Además, no sólo es el cuerpo de la segunda encarnación de Dios, sino también el cuerpo a través del cual Él regresa a la carne. Es una carne muy corriente.
Muchos creyentes piensan que, el Señor ha perdonado todos nuestros pecados y no nos considera como pecadores, y hemos sido justificados por la fe, mientras insistamos en participar en reuniones, orar y hacer buenas obras, podremos ser llevados directamente al reino de los cielos cuando regrese el Señor. ¿Se base este punto de vista en las palabras de Dios?
El año 2020 es un año con desastres frecuentes. El huracán, el terremoto, la plaga, la hambruna, la inundación y otros desastres son cada vez más graves, y muchas personas sienten pánico y miedo, solo pueden pedir constantemente la protección de Dios.