En lo que se refiere a la segunda venida del Señor, muchos sólo dan importancia a la profecía de las Escrituras en la que el Señor regresa descendiendo de las nubes, mientras hacen caso omiso de la profecía que dice que la segunda venida del Señor será por medio de la encarnación.
Dios no sólo es misericordioso y amoroso, sino también majestuoso e iracundo. Su carácter justo no permite que el hombre ofenda. Cuando la gente de Sodoma vivía en lujo, maldad y corrupción y sus males llegaron a los ojos de Dios, Dios resolvió destruir esta ciudad, que es la misma que nosotros que vivimos en los últimos días. Si perseguimos ciegamente comer
Hoy el hombre ve que únicamente con la gracia, el amor y la misericordia de Dios no es capaz de conocerse a sí mismo verdaderamente y mucho menos puede conocer la esencia del hombre. Sólo por medio del refinamiento y del juicio de Dios, sólo durante ese refinamiento puede el hombre conocer sus deficiencias y saber que no tiene nada y, de esta manera, el amor del hombre por Dios se construye sobre el fundamento del refinamiento y el juicio de Dios.
Dios creó todas las cosas y por ende hace que toda la creación venga bajo Su dominio y se someta al mismo; Él ordenará todas las cosas para que todas estén en Sus manos. Toda la creación de Dios, incluyendo los animales, las plantas, la humanidad, las montañas, los ríos y los lagos, todo debe venir bajo Su dominio. Todas las cosas en los cielos y sobre la tierra deben venir bajo su dominio. No pueden tener ninguna elección y deben someterse todas a Sus orquestaciones.