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Palabras diarias de Dios | Fragmento 360 | "Un problema muy serio: la traición (1)"

 

 

Palabras diarias de Dios | Fragmento 360 | "Un problema muy serio: la traición (1)"

 

Cualquiera puede usar sus propias palabras y acciones para representar su verdadera cara. Esta verdadera cara es, por supuesto, su naturaleza. Si tú eres alguien que habla con muchos rodeos, entonces tienes una naturaleza tortuosa. Si tu naturaleza es muy astuta, entonces la manera en la que haces las cosas es muy hábil y taimada y es fácil para ti engañar a las personas. Si tu naturaleza es muy siniestra, tus palabras pueden ser agradables de escuchar, pero tus acciones no pueden ocultar tus trucos siniestros. Si tu naturaleza es floja, entonces todo lo que dices busca eludir la culpa y la responsabilidad por tu negligencia y flojera y tus acciones serán muy lentas y superficiales y muy buenas para esconder la verdad. Si tu naturaleza es empática, entonces tus palabras serán razonables y tus acciones también estarán de acuerdo con la verdad. Si tu naturaleza es leal, entonces tus palabras ciertamente son sinceras y la manera en la que actúas es con los pies en la tierra, sin nada que pueda incomodar a tu señor. Si tu naturaleza es muy lujuriosa o codiciosa del dinero, entonces tu corazón a menudo estará lleno de estas cosas y, sin darte cuenta, cometerás actos desviados e inmorales que a las personas les será difícil olvidar y que les repugnarán. Tal como he dicho, si tienes una naturaleza de traición entonces difícilmente puedas escapar de ella. No confiéis en la suerte de que no tenéis una naturaleza de traición sólo porque no habéis hecho daño a nadie. Si eso es lo que piensas, entonces eres realmente repugnante. Todas Mis palabras, cada vez que hablo, están dirigidas a todas las personas, no sólo a una persona o a un tipo de persona. Sólo porque no me has traicionado en una cosa no prueba que no me puedas traicionar en otra. Al buscar la verdad, algunas personas pierden la confianza durante los reveses en su matrimonio. Algunas personas abandonan su obligación de serme leales durante una ruptura familiar. Algunas personas me abandonan en aras de buscar un momento de alegría y emoción. Algunas personas preferirían caer en un barranco oscuro que vivir en la luz y alcanzar el deleite de la obra del Espíritu Santo. Algunas personas ignoran el consejo de los amigos en aras de satisfacer su codicia por la riqueza e incluso ahora no pueden reconocer su error ni cambiar su curso. Algunas personas sólo viven temporalmente bajo Mi nombre con el fin de recibir Mi protección, mientras que otras sólo se dedican en parte a Mí por coacción, porque se aferran a la vida y temen a la muerte. ¿No son estas y otras acciones inmorales —y lo que es peor, indignas— sólo comportamientos en los cuales las personas por mucho tiempo me han traicionado desde lo profundo de sus corazones? Por supuesto, sé que la traición de las personas no se planeó con antelación, pero su traición es una revelación natural de su naturaleza. Nadie quiere traicionarme y nadie está feliz por haber hecho algo para traicionarme. Por el contrario, tiemblan de miedo, ¿no es cierto? Así que, ¿estáis pensando en cómo redimir estas traiciones y cómo cambiar la situación actual?

 

Extracto de “La Palabra manifestada en carne

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