Cada vez que se menciona la diferencia entre ser salvos y alcanzar la salvación completa, quizás algunos hermanos y hermanas dirán: “¿Hay alguna diferencia entre ser salvos y alcanzar la salvación completa? ¿Ser salvos no significa alcanzar la salvación completa? Hemos sido salvos a través de nuestra fe en el Señor Jesús, ¿así que no hemos alcanzado la salvación completa? Cuando el Señor venga, seremos inmediatamente arrebatados al cielo”. Pero ¿las cosas son realmente tan simples? Sería bueno para nosotros investigar y discutir este asunto.
1. ¿Qué significa ser salvos? ¿Estamos sin pecado después de ser salvos?
En primer lugar, leamos un pasaje de las palabras de Dios: “En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe. Sin embargo, seguía habiendo en quienes creían algo rebelde y opuesto a Dios, y que había que seguir quitando lentamente. La salvación no significaba que el hombre hubiera sido ganado por completo por Jesús, sino que ya no pertenecía al pecado, que sus pecados habían sido perdonados: si creías, ya no pertenecías al pecado”. Gracias a las palabras de Dios, podemos ver que somos salvos a través de nuestra creencia en el Señor porque el Señor Jesús realizó la obra de redención. El Señor se entregó como ofrenda por el pecado y fue clavado en la cruz, y así nos redimió del pecado. Por lo tanto, al creer en el Señor, ya no somos pecadores ni estamos obligados por la ley. Ahora, cuando pecamos, podemos acudir directamente ante Dios para orarle, y podemos pedirle al Señor que nos perdone. Esto es lo que significa ser salvos.
Entonces, ¿estamos sin pecado después de ser salvos? Podemos ver debido a nuestras propias experiencias que, aunque podemos esforzarnos, trabajar arduamente y hacer algunas buenas acciones externas, seguimos siendo capaces de pecar con frecuencia, y no nos hemos liberado de las ataduras del pecado. Nuestros caracteres de vida son los mismos de siempre, y en el momento en que encontramos algo que esté en desacuerdo con nuestras propias nociones o con algo que infrinja nuestros propios intereses, revelamos muchos caracteres corruptos y, como resultado, nos rebelamos contra Dios y nos resistimos a Él. Por ejemplo, cada vez que alguien da un sermón en la iglesia y demuestra que es más talentoso que nosotros, nos sentimos celosos de esa persona o intentamos socavarla en secreto; cuando alguien infringe nuestros intereses, lo odiamos y, en casos graves, podemos enfadarnos y tomar represalias en su contra; cada vez que nos abandonamos a algo o nos gastamos un poco en nuestro trabajo por el Señor, hacemos alarde de nuestros logros y le ponemos condiciones a Dios, o desdeñamos y despreciamos a otras personas; cada vez que tenemos la iluminación del Espíritu Santo en nuestro trabajo y sermones y obtenemos resultados, nos sentimos muy complacidos con nosotros mismos y usurpamos la gloria de Dios; pero después de haber sufrido y pagado un precio sin obtener nada a cambio, de modo que nuestros intereses personales no son satisfechos, culpamos a Dios y lo malinterpretamos, creyendo que no nos está protegiendo ni bendiciendo; cuando hacemos algo que viola los mandamientos de Dios, tememos que los demás lo descubran y mentimos para engañarlos a ellos y a Él; cuando hemos creído en Dios por muchos años y pensamos que Él no nos ha otorgado suficiente gracia, seguimos los caminos del mundo y traicionamos a Dios, y así sucesivamente. Tales comportamientos y expresiones son suficientes para probar que aún vivimos en el pecado y bajo el poder de Satanás; demuestran que nuestra naturaleza sigue siendo satánica, que nuestros pensamientos y puntos de vista pertenecen al mundo y que tenemos la capacidad de traicionar arbitrariamente a Dios y regresar a nuestras vidas mundanas debido a cualquier situación que no concuerde con nuestras propias ideas.
2. ¿Qué significa alcanzar la salvación completa? ¿Qué comportamientos tienen aquellos que alcanzan la salvación completa?
En primer lugar, leamos un pasaje de las palabras de Dios: “Cuando las personas dejan atrás las cosas viles y corruptas de Satanás, ganan la salvación de Dios. Pero si ellas permanecen incapaces de despojarse de lo vil y de la corrupción, entonces todavía estarán bajo el campo de acción de Satanás. Las intrigas, los engaños y la ruindad de las personas son cosas de Satanás; al salvarte, Dios te separa de estas cosas y la obra de Dios no puede estar mal; y todo es con el fin de salvar a las personas de la oscuridad. […] Cuando vives bajo el campo de acción de Satanás eres incapaz de manifestar a Dios, eres algo vil y no recibirás la herencia de Dios. Una vez que hayas sido purificado y perfeccionado, serás santo y serás normal, y Dios te bendecirá y serás precioso para Él”.
A partir de las palabras de Dios, podemos ver que alcanzar la salvación completa significa deshacerse del pecado y ser purificados. Es decir, aquellos que logran la salvación completa no solo hacen algunas buenas acciones externas, sino que su naturaleza arrogante, egoísta, engañosa y perversa han cambiado, y son capaces de vivir según las palabras de Dios, de someterse completamente a las orquestaciones y arreglos de Dios e, incluso cuando se enfrentan a la amenaza de una muerte inminente, todavía pueden temerle a Dios y rechazar el mal. Prefieren morir antes que volver a vivir bajo el poder de Satanás, y ya no pueden rebelarse contra Dios ni resistirse a Él. Solo personas como estas son las que han sido completamente ganadas por Dios. Aquellos que alcanzan la salvación completa de Dios son los que entienden la verdad, los que conocen a Dios y pueden obedecerle; aquellos que alcanzan la salvación completa son los que pueden ser testigos en medio de todo tipo de tentaciones de Satanás, que pueden vivir por la verdad y temen a Dios y evitan el mal; aquellos que alcanzan la salvación completa son los que son considerados con la voluntad de Dios, que hablan honestamente y con franqueza, que tienen un corazón bondadoso, que pueden amar a Dios y satisfacerle, que toman las palabras de Dios como reglas para sus acciones y conducta, que pueden vivir una vida genuina de semejanza humana, y que pueden glorificar a Dios y manifestarlo en todo lo que hacen.
3. La diferencia entre ser salvos y alcanzar la salvación completa
Acabamos de discutir acerca de lo que significa ser salvos y si estamos o no sin pecado después de ser salvos, y también discutimos qué significa alcanzar la salvación completa y qué comportamientos expresan aquellos que logran la salvación completa. Confío en que todos tendrán algún discernimiento con respecto a la diferencia entre ser salvos y alcanzar la salvación completa. Ser salvos significa que ya no estamos condenados por la ley, que ya no somos pecadores, que hemos sido redimidos por Dios y que estamos calificados para presentarnos ante Él, pero que, aunque podamos hacer algunas buenas acciones externas, nuestra naturaleza pecadora permanece profundamente arraigada dentro de nosotros. Por otra parte, alcanzar la salvación completa significa que nuestros caracteres de vida han cambiado, que somos capaces de poner en práctica la verdad, que ya no cometemos ningún pecado, que podemos escuchar las palabras de Dios y obedecerle, que podemos vivir la realidad de las palabras de Dios, y que estamos completamente libres de la influencia de Satanás y nos hemos convertido en personas libres.
En contraste, nuestra situación actual como hermanos y hermanas en el Señor es tal que todavía vivimos en varios tipos de caracteres corruptos, y llevamos vidas en las que pecamos durante el día y confesamos nuestros pecados en la noche. Somos completamente incapaces de resistir las seducciones y tentaciones de Satanás, y seguimos siendo capaces de rebelarnos contra Dios, de resistirnos a Él, de culparlo y malinterpretarlo. Las vidas que llevamos no pueden glorificar a Dios ni manifestarlo en absoluto, así que, ¿cómo podemos decir que hemos alcanzado la salvación completa? Dios dice: “Sed santos, porque Yo soy santo” (1 Pedro 1:16). “Cuando vives bajo el campo de acción de Satanás eres incapaz de manifestar a Dios, eres algo vil y no recibirás la herencia de Dios. Una vez que hayas sido purificado y perfeccionado, serás santo y serás normal, y Dios te bendecirá y serás precioso para Él”. La esencia de Dios es santa y justa. Dios odia todos los tipos de pecado dentro de nosotros y detesta los diferentes tipos de inmundicia dentro de nosotros; personas tan sucias y corruptas como nosotros no merecemos entrar en el reino de Dios. En nuestra creencia en el Señor, solo al desechar por completo todas estas cosas sucias y corruptas y purificarnos, podemos obtener la alabanza de Dios y ser guiados por Él a un hermoso destino. Por lo tanto, ser salvos no significa que hayamos alcanzado la salvación completa, y cuando el Señor regrese, no seremos arrebatados de inmediato al cielo.
4. Buscando el camino para alcanzar la salvación completa
Entonces, ¿dónde está el camino para alcanzar la salvación completa? De hecho, el Señor Jesús nos habló hace mucho tiempo acerca del camino para alcanzar la salvación completa. Veamos varios versículos de la Biblia, “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:17). “[...] Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida” (Apocalipsis 21:6). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). El Señor nos ha mostrado el camino para alcanzar la salvación completa y entrar en el reino celestial. Es decir, ahora en los últimos días, el Señor Jesús regresará por segunda vez para expresar todas las verdades, y a cada persona que tenga sed y busque la aparición de Dios, Él le dará gratuitamente la fuente del agua de la vida, permitiéndonos obtener el agua viva de una nueva vida proveniente de Dios y para que nuestras vidas espirituales obtengan provisión. Luego, al experimentar el juicio y el castigo de las palabras de Dios, nuestros caracteres corruptos serán purificados, nos liberaremos de las ataduras del pecado, nos libraremos de todas las influencias satánicas oscuras y viviremos según las palabras de Dios. Cuando las pruebas de Dios vengan sobre nosotros, podremos mantenernos firmes en nuestro testimonio y convertirnos en personas que obedecemos a Dios, glorificamos a Dios y manifestamos a Dios en todo lo que hacemos. De esta manera, alcanzaremos genuinamente la salvación completa y estaremos calificados para entrar en el reino de Dios.
Hermanos y hermanas, que el Señor nos ilumine, para que podamos ver claramente la diferencia entre ser salvos y alcanzar la salvación completa, y para que no nos quedemos totalmente sumidos en nuestros conceptos e imaginaciones erróneos y, por lo tanto, retrasemos el gran evento de nuestra entrada en el reino celestial. Debemos ser como las vírgenes prudentes y buscar la verdad con una mente abierta, porque solo así podremos acoger la aparición del novio tan pronto como sea posible, asistir a la fiesta nupcial del Cordero y ser regadas por el agua de vida. Una vez que hayamos experimentado la obra de juicio y castigo de Dios en los últimos días, que desechemos todos nuestros caracteres corruptos y vivamos la realidad de las palabras de Dios, alcanzaremos finalmente la salvación completa y entraremos en el reino celestial.
¡Toda la gloria sea para Dios, amén!
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