· 

El Señor Jesús nos advirtió que emergerían los falsos Cristos en los últimos días, ¿eres capaz de discernirlos?

Con certeza sabe usted que el Señor Jesús nos advirtió hace 2.000 años que falsos Cristos emergerían cuando Él viniera en los últimos días, pero ¿sabe cómo distinguirlos? De hecho, si leemos de cerca la Palabra del Señor, podemos descubrir que el Señor ya nos dijo la característica de los falsos Cristos.

El Señor Jesús dijo: “«Mirad, aquí está el Cristo», o: «Mirad, allí está», no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán señales y prodigios a fin de extraviar, de ser posible, a los escogidos” (Marcos 13:21-22). Las palabras del Señor nos dicen claramente que la característica de los falsos Cristos en los últimos días es mostrar señales y prodigios para confundir al hombre, y según ella podemos tener un discernimiento básico entre el verdadero Cristo y los falsos.

Dios Todopoderoso dice: “Si durante la época actual emerge una persona capaz de exhibir señales y maravillas, echar fuera demonios, sanar a los enfermos y llevar a cabo muchos milagros, y si esta persona declara ser Jesús que ha venido, sería una falsificación producida por espíritus malignos que imitan a Jesús. ¡Recuerda esto! Dios no repite la misma obra. La etapa de la obra de Jesús ya ha sido completada, y Dios nunca más la acometerá. La obra de Dios es irreconciliable con las nociones del hombre; por ejemplo, el Antiguo Testamento predijo la venida de un Mesías, y el resultado de esta profecía fue la venida de Jesús. Como esto ya había ocurrido, sería erróneo que viniera otro Mesías de nuevo. Jesús ya ha venido una vez, y sería incorrecto que viniera de nuevo en esta ocasión. Hay un nombre para cada era, y cada nombre contiene una caracterización de esa era. En las nociones del hombre, Dios siempre debe hacer señales y maravillas, siempre debe sanar a los enfermos y echar fuera demonios, y siempre debe ser como Jesús. Pero esta vez Dios no es así en absoluto. Si durante los últimos días, Dios siguiera exhibiendo señales y maravillas, echara fuera demonios y sanara a los enfermos —si hiciera exactamente lo mismo que Jesús—, Dios estaría repitiendo la misma obra, y la de Jesús no tendría importancia ni valor. Así pues, Dios lleva a cabo una etapa de la obra en cada era. Una vez completada cada etapa de Su obra, los espíritus malignos la imitan pronto, y después de que Satanás empieza a pisarle los talones a Dios, este cambia a un método diferente. Una vez que Dios ha completado una etapa de Su obra, los espíritus malignos la imitan. Debéis tener claro esto”.

“Si, durante los últimos días, apareciera un ‘Dios’ igual a Jesús, uno que sanara a los enfermos, echara fuera a los demonios y fuera crucificado por el hombre, aunque ese ‘Dios’ fuera idéntico a la descripción de Dios en la Biblia y fácil de aceptar para el hombre, no sería, en su esencia, la carne que vestiría el Espíritu de Dios, sino un espíritu maligno. Y es que el principio de la obra de Dios es no repetir nunca lo que Él ya ha completado”.

Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Las palabras de Dios Todopoderoso nos dicen que Dios siempre es nuevo y nunca viejo y no repite la misma obra, y cada vez que Él viene a obrar abre una nueva era, termina la vieja y trae una nueva etapa de obra. Así como cuando el Señor Jesús apareció para llevar a cabo obra, no repitió la obra de la Era de la Ley, sino que sobre la base de esta obra hizo la de redimir a la humanidad, abriendo la Era de la Gracia y poniendo fin a la Era de la Ley. Cuando el Señor Jesús regrese en los últimos días, si aún realiza la obra de la Era de la Gracia, como curar y echar fuera demonios para el hombre, exhibir milagros, entonces la obra de Dios estará estancada. Ahora, el Señor Jesús ha regresado hace tiempo, es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso, quien ha abierto la Era del reino, ha terminado la Era de la Gracia y ha hecho la obra de juzgar y purificar a la gente basándose en la obra de la redención, con el fin de que se despoje completamente del control y estatura de su naturaleza pecaminosa y sea purificada y salvada por Dios. La esencia del falso Cristo es el espíritu maligno, el diablo, por mucho que muestre señales y maravillas, o por mucho que afirme ser Dios, no puede expresar la verdad, ni la Palabra de Dios, y mucho menos, hacer la obra de abrir una nueva era y acabar con la antigua. Por lo tanto, todos los que no pueden expresar la verdad, sino que sanan a los enfermos y expulsan a los demonios, mostrando un poco de señales y prodigios y se consideran a sí mismos como Cristos, son ciertamente falsos Cristos.

 

Las escrituras tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® (LBLA) Copyright © 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation usado con permiso. www.LBLA.com

 

Recomendación: Profecias de la Bíblia 

Escribir comentario

Comentarios: 0