Muchos hermanos y hermanas en el Señor están familiarizados con la palabra “salvación”, y todos esperamos ganar la salvación de Dios cuando Él aparezca en los últimos días, porque la Biblia dice: “que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el
último tiempo” (1 Pedro 1:5). Sin embargo, muchos hermanos y hermanas pueden no estar tan claros en lo que significa el significado de ganar la salvación de Dios. Por lo tanto, volvamos a mirar
la obra de Dios en el pasado, para entender mejor este aspecto de la verdad.
Muchos hermanos y hermanas saben que antes de que los israelitas abandonaran Egipto, eran esclavos del Faraón egipcio, fueron abusados y sufrieron penurias, pero sus voces atormentadas alcanzaron
los oídos de Jehová. Jehová no podía soportar que los israelitas fueran limitados y sufrieran bajo el poder del Faraón, así que Él llamó a Moisés para que guiara a los israelitas fuera de Egipto
y hacia la tierra de Canaán. Los israelitas fueron rescatados por Dios de las garras del Faraón y salvados de la esclavitud. Para los israelitas, esto fue la salvación de Dios. Antes de que los
israelitas entraran en Canaán, Jehová proclamó la ley a través de Moisés y enseñó al pueblo de Israel cómo tener temor a Él y servirlo, les enseñó que, actuando rectamente, ganarían Sus
bendiciones, pero al hacer el mal, serían maldecidos por Él, les enseñaban cómo llevarse bien con los demás, cómo vivir, etc. Gradualmente, la obra de Dios en la Era de la ley llevó la vida de
los israelitas hacia el camino correcto y dejaron de vivir en el caos. Nuevamente, la ley de Dios les dio la salvación a los israelitas enseñándoles lo que es el pecado.
Más tarde, en la Era de la ley, la humanidad no guardaba la ley y ya no tenía corazones temerosos de Dios, por lo que corrían el riesgo de ser condenados y ejecutados por la ley. Para salvar a la
humanidad de la amenaza de muerte, Jesucristo vino a la tierra y encarnado en hombre para hacer la obra de la redención, salvando así a la humanidad de la ley. La
humanidad ya no estaba en peligro de ser condenada y ejecutada por la ley, y vivió en la gracia de Dios. Aquellos que vivieron bajo la ley, por lo tanto, nuevamente recibieron la salvación de
Dios. Tal y como dice la Biblia, “que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo;” (Romanos 10:9).
En los últimos días, muchos hermanos y hermanas esperan ansiosamente, preguntándose cuándo descenderá Jesucristo en las nubes para llevarlos a su hogar en el cielo. Sin embargo, ellos no
entienden que aunque hemos sido redimidos de nuestros pecados al creer en Jesucristo y que Dios olvidará nuestros errores pasados, esto no significa que hayamos ganado la salvación, porque
todavía vivimos en un ciclo en el que cometemos pecados de día y los confesamos por la noche y aún sufrimos la esclavitud del pecado. Por ejemplo, a menudo mentimos y engañamos para proteger
nuestros propios intereses en nuestra vida diaria. También actuamos arbitrariamente, de acuerdo con nuestras propias ideas, mientras predicamos y trabajamos para el Señor. En nuestras
interacciones con los demás, nos gusta, a menudo, lucirnos a nosotros mismo, mientras ignoramos y despreciamos a otros. Nuestros caracteres corruptos de ser arrogantes, egoístas, engañosos y
malvados todavía existen, así que aún no podemos entra en el Reino de Dios. Todavía necesitamos aceptar la salvación de Dios en los
últimos días para ser purificados completamente de manera que podamos ganar toda la salvación que Dios ha preparado para nosotros y entrar el Reino de Dios.
Esto satisface completamente la profecía de Jesucristo, “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando El, el
Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan
16:12-13). Y la Biblia dice, “que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo” (1 Pedro
1:5). “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; [...]” (1 Pedro 4:17). De esto, podemos ver que Dios hará la obra
del juicio y purificación en los últimos días y que esta obra es para purificar y salvar a la humanidad. Así que hoy, en los últimos días debemos aceptar la obra de Dios de castigo y juicio, para
librarse por completo de nuestros corruptos y satánicos caracteres, para ser verdaderamente purificados y para ganar la salvación de Dios.
(Traducido del original en inglés al español por Xinia Arias Quirós)
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
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