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Evangelio de hoy domingo 2 de septiembre de 2018 | Juan 16:24

Reflexion del evangelio de hoy

Jesucristo nos pide que oremos a Dios con un corazón verdadero sin importar lo que suceda. De esta manera, podemos obtener las bendiciones y la guía de Dios. A través de la oración, podemos disfrutar de la presencia de Dios, experimentar Su amor y salvación, y tener paz y gozo en nuestros corazones en todo. Pero muchas veces, cuando algo sucede, hacemos lo que queremos en vez de confiar en Dios u orar por Su guía. Aunque oramos a Dios, actuamos superficialmente sin sinceridad. O todavía confiamos en nuestra propia voluntad para hacer las cosas después de orar a Dios en dificultades. Debido a que por lo que oramos no busca la voluntad de Dios, no podemos sentir Sus bendiciones y guía. Si fallamos en hacer las cosas, seremos débiles y negativos e incluso nos quejaremos de Dios.
Tal como Dios dice: "Este es el resultado obtenido de la oración, cuyo propósito es que las personas puedan venir a la presencia de Dios y recibir las cosas que Él pretende darles. Si oras y vienes ante la presencia de Dios con frecuencia, entonces compartirás con Dios frecuentemente, tendrás una relación apropiada con Dios y Él siempre te conmoverá, siempre recibirás Sus provisiones; y por tanto, serás transformado, tus condiciones mejorarán siempre y no retrocederán. Sobre todo, cuando los hermanos y las hermanas se unen en oración. Cuando la oración ha terminado, hay una cantidad de energía excepcionalmente grande, el rostro de todos está lleno de sudor y sienten que ganan muchas cosas. De hecho, después de algunos días de estar juntos no habían comunicado mucho; fue la oración la que estimuló su energía, y desean poder abandonar al mismo tiempo a sus familias y al mundo, desean poder renunciar a todo, excepto a Dios. Ves lo grande que es su energía. ¡El Espíritu Santo obra para dar este poder a las personas y estas nunca lo disfrutan hasta saciarse! Si no confías en este poder, y endureces tu corazón y te obcecas; o si confías en tu propia fuerza de voluntad y tus aspiraciones, ¿dónde puedes ir? No llegarás lejos antes de tropezar y caer ni tendrás ese poder cuando te vayas. Las personas deben mantener el contacto con Dios de principio a fin, sin embargo, se desprenden de Él durante el camino. Dios es Dios, las personas son las personas, y van por caminos independientes. Dios pronuncia Su palabra y las personas caminan por sus propias sendas. Ellas y Dios están en dos sendas. Cuando las personas no tienen fuerza en su creencia, vienen a Dios y oran, y dicen algunas palabras para obtener un poco de fuerza. Después de tener un poco de fuerza, huyen. Tras correr durante algún tiempo, se les acaban las fuerzas, y vuelven a Dios y le piden un poco más de fuerza. Las personas son así y no pueden mantenerse por mucho tiempo. Cuando las personas dejan a Dios, ya no tienen camino"

 

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

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