Todo hermano y hermana sabe que la oración es una forma de comunicarse con Dios. Por lo tanto, además de hacerlo en la mañana y en la noche, oramos antes y después de cada comida, en reuniones, en el Sabbat, y así sucesivamente. Sin embargo, ¿cómo exactamente deberíamos orar, para lograr que nuestras oraciones sean aceptadas por Dios y se ajusten a Su voluntad? Cada hermano y hermana debería saber esto.