Al leer la palabra del Señor, podemos entender Su voluntad y el deber que debemos cumplir como criatura. Como un verdadero creyente y el que persigue amar a Dios, debe exaltar y magnificar a Dios, reverenciar a Dios y someterse a Él en todas las cosas, y es capaz de tomar la voluntad de Dios como algo importante y poner sus cosas en segundo lugar. Cuando Dios lo llama y tiene demandas que hacer con él, puede abandonarlo todo para gastarse para Dios y dedicarse de todo corazón a la obra de Dios para satisfacer Su demanda. Estos son los principios de comportamiento de aquellos que creen en Dios y aquellos con conciencia y sentido con los que deben estar equipados. Este tipo de personas deben ser bendecidas por Dios. Porque Jesucristo dijo: "no hay nadie que haya dejado casa, o mujer, o hermanos, o padres o hijos por la causa del reino de Dios, que no reciba muchas veces más en este tiempo, y en el siglo venidero, la vida eterna" (Lucas 18: 29-30). Por lo tanto, debemos dejar todo atrás y hacer todos nuestros esfuerzos para que Dios pague Su amor. Esta es la más grande acción buena y acto virtuoso, y la cosa más aprobada por Dios.
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Versículo Bíblico ilustrado sobre evangelio de hoy
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